El juego de las luces y sombras, proyecciones y proyectados, y la luz en general deja atónito a todo el que vaya a ver esta exposición al Reina Sofía. Si hablabamos desde los años 60 de un arte para todos, cercano al público, creo que Eulalia lo ha conseguido.Es una exposición con instalaciones interactivas y "lúdicas", que requieren un compromiso y la acción del espectador, para completar la muestra.
Por otro lado están los videos de las acciones y el residuo que ha quedado tras ellas, algo muy interesante y que por un momento me recordó a la serie "Penetrados" de Santiago Sierra.
Sin embargo he echado en falta que los textos fueran más accesibles, ya que estaban en cajones, y con la escasa luz, algunos no se ven. Eso si, los bancos y respaldos de la pared de las salas donde se proyectaban los videos han sido todo un acierto, un 10.
Hablando del fondo, "Dependencias" juega con la percepción del
espectador, con las cargas emocionales y el valor que le conferimos a ciertos objetos. Habla de ausencia y presencia, sexo y memoria. Es un recorrido dinámico y participativo por nuestra mente y la de la artista, y recomiendo fervientemente que se visite.
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