Desde luego, tanto el entorno como el contenido me parecieron my interesantes. Todo el recorrido de la exposición es una inmersión el la fotografía más contemporánea. En unos artístas, se descubren posibilidades comunes a mi propia obra, y en otros la viabilidad de que el año que viene pueda ser yo el que esté en una de esas mesas, con unos guantes de seda enseñando mis trabajos. Supongo que más que una conviccón es una ilusión...
La "inmersión" resultó ser muy amena, lo que veía me gustaba, y además tuve la suerte de charlar con varios artistas que conocí fundamentalmente en Photoespaña.
Creo que había un gran espectro de la fotografía representativa del momento y seguro que de allí saldrá al menos uno que dentro de unos años estudiaremos como relevante.
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