Sobre las Propiedades del Retrato Fotográfico
Autor: John Berger (1926)
primera edición 2006
Textos 1959 a 1971
Está dividido en dos capítulos diferentes:
- Entender una fotografía
- La imagen cambiante del hombre en el
retrato
Entender una fotografía
Se denomina la fotografía como el proceso de hacer consciente la observación
La pintura es el arte de la composición, en cambio, en el sentido más profundo y pedagógico de la palabra, no tiene lugar en la fotografía.
Los objetos registrados en la fotogafía no indican nada por si mismos, lo que varía es la intensidad con la que se nos hace conscientes de los polos de ausencia y presencia. Entre estos dos polos se encuentra el significado. (Uso más popular como recuerdo de lo ausente)
La pintura traduce el mundo a su propio lenguaje, mientras que la fotografía es el lenguaje de los acontecimientos. Todas sus referencias son externas a sí misma.
La única decisión que puede tomar el fotografo es el momento que elige aislar, y eso es lo que confiere a la fotografia su fuerza singular.
En la fotografía solo hay decisión. Cada fotografía es, en realidad, un medio de comprobación, de confirmación y de construcción de una visión total de la realidad.
La imagen cambiante del hombre en el retrato
¿ Por qué el retrato pictórico ha pasado de moda?
El declive coincidió mas o menos con la aparición de la fotografía
Desde la aparición de la Cámara fotográfica se ha dicho que: “ Solo un hombre podía interpretar el alma de la persona retratada; una máquina (la cámara) nunca podría hacerlo. El artísta operaba con el destino del retrato; la cámara, sencillamente con la luz y la sombra. El artista juzgaba; el fotografo registraba”. Esto es falso porque niega el papel interpretativo del fotógrafo y otorga a los retratos pictóricos una percepción psicológica que está ausente.
La fotografía sustituyó a la pintura, al tiempo que aumentaba la información que debía incluir el retrato. Son más informativas y, en general, más fieles, y revelan más información psicológica.
AL función del retrato era subrayar e idealizar un determinado papel social del retratado
Rotura del retrato clásico con Géricault (degeneración del retrato profesional)
El modelo queda supeditado al servicio del pintor, como si fuera una naturaleza muerta. La visión del artista
En las sociedades capitalistas el valor de las funciones sociales asignadas se redujo de forma drástica. Las proporciones, el cambio de escala de la vida moderna, han modificado la naturaleza de la identidad individual.
No se puede aceptar que pueda establecerse adecuadamente la identidad de un hombre preservando y fijando su apariencia desde un solo punto de vista en un solo lugar.
Nuestros términos de reconocimiento han cambiado: Puede que todavía nos basemos en el “retrato” para identificar a una persona, pero ya no para explicarla o contextualizarla.
Cada modo de individualidad está hoy relacionado con la totalidad del mundo.
En definitiva, es tratar de reencontrarnos con nuestra propia naturaleza, es una mirada al interior. De lo particular a lo general. Un nuevo renacer dentro de la sociedad que nos rodea y que nos oprime. Desde lo más profundo va a empezar a fluir sangre nueva, un nuevo pensamiento que surge y se expresa físicamente. Una voz, una llamada, que sale de dentro…nos acerca e introduce en un mundo que aún nos es desconocido, un universo de hipótesis y conclusiones empíricas.
